La palabra en sí misma es una contracción de las palabras:
Que directamente se relaciona con Cultura Permanente
Perma-Cultura
Los sistemas sociales no pueden sobrevivir al paso del tiempo sin una base agrícola sostenible y una ética por el uso de la tierra que generen una cultura por la Tierra de respeto.
En los años 70’s Bill Mollison era profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad de Tasmania. En esa época David Holmgren era estudiante de fin de curso en la carrera de Eco-Diseño y estaba realizando su proyecto de fin de curso con Bill. Ellos vieron que hasta entonces, el diseño no se había aplicado nunca en la agricultura y encontraron el diseño de sistemas ecológicos para la producción de alimentos. La Permacultura nace oficialmente con la publicación del libro “Permaculture One”, en 1978.
Hoy la practica de la Permacultura se extiende a más de 100 países con miles de graduados en Diseño de Permacultura. También es una red y un movimiento internacional de practicantes, diseñadores y organizaciones que en su gran mayoría se han desarrollado y sostenido sin apoyo de corporaciones, instituciones o gobiernos.
Cambiando nuestra forma de pensar, dejar de ser un consumidor inconciente y un derrochador de energía, empezar a observar los sistemas naturales y comprender como estos funcionan en un ciclo continuo, donde no se desperdicia nada y todo se aprovecha, ser un productor responsable.
Se puede empezar en pequeño o cientos de hectáreas, esta aplicado tanto a lo urbano como lo rural, a cualquier escala de diseño, en cualquier terreno y clima. En construcciones ya establecidas rediseñando o diseñando todo un nuevo rancho, granja o casa. Se trata de trabajar con la naturaleza, más que en contra de ella.
Se puede poner en practica tanto en una ciudad como en la selva, en tu casa, en tu patio, en la escuela o un edificio. Proteger el ambiente, crear condiciones para producir alimentos, criar animales, sistemas de plantas y administrar la energía teniendo en cuenta tus necesidades materiales y espirituales.
La permacultura alienta a los individuos a ser autosuficientes independientes e inter-independientes.
Cada técnica para conservación y restauración de la tierra es ya conocida; lo que no es evidente es qué nación o grupo grande de personas está preparada para hacer el cambio.
Sin importar donde vivamos debemos empezar hacer algo. Podemos empezar primero por la disminución de nuestros consumos de energía. Se puede vivir actualmente con el 40% de la energía que usamos ahora sin sacrificar nada de valor.
-Rearreglar las viviendas para tener un uso eficiente de la energía.
-Utilizar el trasporte publico.
-Compartir movilización con nuestros amigos.
-Ahorrar agua colectándola desde los techos en tanques o reciclar las aguas grises para el sistema sanitario o del huerto.
-Selección de jabones biocompatibles.
-Utilización de biodigestores anaerobios.
-Ver soluciones en vez de problemas.
-Huertos urbanos.
-Tomar parte de la producción de aliento.
Esto no significa que debamos cultivar nuestras propias patatas pero puede significar que las podemos comprar directamente a la persona que las está cultivando responsablemente. En efecto, puede ser mejor organizar un grupo de agricultores en el vecindario que cultivar patatas.
El enfoque holístico, ecológico al diseño para el desarrollo de los asentamientos humanos, ayuda a incrementar y mejorar nuestra calidad de vida, incluyendo:
-Producción de comida orgánica (seguridad de comida).
-Renovar recursos naturales.
-Energía.
-Terreno.
-Estructuras.
-Tecnología.
-Sistemas de plantas.
-Sistemas de animales.
-Estructura social y económica.
Cuando las necesidades de un sistema no provienen del mismo sistema pagamos el precio en energía, consumo y polución. En este momento no podemos pagar el costo verdadero de nuestra agricultura. Esto esta destruyendo nuestro mundo y a nosotros mismos.
Todo lo que necesitamos para vivir una buena vida está a nuestro alrededor, el sol, viento, gente construcciones, piedras, mar, aves, animales y plantas. La cooperación con todos estos elementos trae armonía, la oposición a ellos trae desastre y caos.
Ser sustentable no es suficiente, es lo mínimo, es sólo mantenimiento, no se trata de destruir un poco menos, pues destruir un poco menos no es proteger el medio ambiente, se trata de aportar para promover vida. No se trata de hacer cosas que no son tan malas para otros, sino más bien, hacer cosas que sean buenas para el planeta y sus habitantes.
La clave es cooperación, no competición.
¿Que es permacultura?
La palabra en sí misma es una contracción de las palabras: perma-nente agri-cultura Que directamente se relaciona con Cultura Permanente Perma-Cultura Los sistemas sociales no pueden sobrevivir al paso
Deficición
Permacultura es un término genérico para la aplicación de éticas y principios de diseño universales en planeación, desarrollo, mantenimiento, organización y la preservación de hábitat apto de sostenerse en el futuro.
La Permacultura también es una red y un movimiento internacional de practicantes, diseñadores y organizaciones, la gran mayoría de las cuales se han desarrollado y sostenido sin apoyo de corporaciones, instituciones o gobiernos.
Los ejes centrales de la permacultura son la producción de alimentos, abasto de energía, el diseño del paisaje y la organización de (Infra) estructuras sociales. También integra energías renovables y la implementación de ciclos de materiales en el sentido de un uso sustentable de los recursos al nivel ecológico, económico y social.
Desde sus inicios a finales de los años 70, la permacultura se ha definido como una respuesta positiva a la crisis ambiental y social que estamos viviendo. (1)
El concepto - un enfoque sistémico
Un hábitat diseñado según los principios de la permacultura se entiende como un sistema, en el cual se combinan la vida de los seres humanos de una manera respetuosa y beneficiosa con la de los animales y las plantas, para proveer las necesidades de todos de una forma adecuada.
En el diseño de estos sistemas se aplican ideas y conceptos integradores de la teoría de sistemas, biocibernetica y ecología profunda. La atención no solo se dirige hacia los componentes individuales (=elementos), sino hacia las relaciones entre estos elementos y su uso optimo para la creación de sistemas productivos.
Planeación, implementación y mantenimiento componen el proceso de diseño permacultural, el cual se enfoca tanto en una optimización sucesiva del sistema para las necesidades de ahora, como también en una futura productividad, abierta para ser desarrollada y refinada por las generaciones que vienen.
El proceso de diseño tiene como objetivo una integración óptima de las necesidades ecológicas, económicas y sociales del sistema, de modo que a largo plazo se pueda auto regular, y/o. mantener en un equilibrio dinámico mediante interferencias mínimas.
El modelo para esto son los procesos de autorregulación que podemos observar diariamente en sistemas ecológicos como por ejemplo en los bosques, lagos o los océanos.
El pensamiento sistémico y una acción motivada por esto buscan superar de una manera consciente el procedimiento linear-causal todavía predominante, cuyas consecuencias destructivas están hoy más y más a la vista de todos.
Como estamos viviendo en sistemas y estamos rodeados por ellos, el pensamiento y la acción lineal-causal no pueden solucionar nuestros problemas, solamente trasladarlos en el tiempo y espacio. De esta forma nos lleva a la conclusión equivocada de ver la influencia que más nos “estorba” en este momento como la causa única de nuestros problemas. Además, por su tendencia de implementar solamente correcciones sintomáticas, produce constantemente nuevos problemas muchas veces mayores a las anteriores.
El concepto libre de ideologías de la permacultura se abre tanto a los nuevos conocimientos y tecnologías como a los conocimientos “antiguos”, milenarias, de todas las culturas y apoya su fusión creativa en innovadoras estrategias de diseño. (2)
"La Flor de la Permacultura" - áreas de acción permacultural
(Tomado del Libro "Permacultura, Principios y sendero mas allá de la sustentabilidad", David Holmgren, 2002)
"Para muchas personas, la concepción de la permacultura es tan global en su alcance que su utilidad se ve reducida. Más precisamente, veo la permacultura como el uso del pensamiento sistémico y los principios de diseño como estructura organizativa para la realización de la visión antes expuesta . En ella se reúnen las diversas ideas, destrezas, y formas de vida que se necesita re- descubrir y desarrollar para obtener el poder con el cual pasemos de ser consumidores dependientes a ser ciudadanos responsables y productivos.
En este sentido más limitado pero importante, la permacultura no es el paisaje, o siquiera las habilidades de jardinería orgánica, agricultura orgánica, construcción de eficiencia energética o el desarrollo de ecoaldeas como tales. En cambio, puede utilizarse para diseñar, establecer, manejar y mejorar estos y todos los esfuerzos que los individuos, los hogares y las comunidades realizan hacia un futuro más sostenible.
La Flor de la Permacultura nos muestra los ámbitos claves que requieren transformación para crear una cultura sostenible:
Históricamente la permacultura se ha enfocado el manejo de la tierra y la naturaleza como fuente y aplicación de los principios éticos y de diseño. Actualmente estos principios se aplican en otros ámbitos concernientes a los recursos físicos y energéticos así como a la organización humana (a menudo llamados estructuras invisibles en la enseñanza de la permacultura). Algunos de estos campos, sistemas de diseños y soluciones específicas que han sido asociadas con esta amplia visión de la permacultura aparecen en la periferia de la flor. El sendero evolucionario en espiral que comienza con la ética y los principios sugieren el entretejido de estos ámbitos, inicialmente a nivel personal y local para proceder con los niveles colectivo y global. La naturaleza arácnida de esa espiral sugiere la naturaleza incierta y variable de ese proceso de integración. " (3)
Los principios éticos de la permacultura
Desde sus inicios en los años setenta, el uso y la aplicación de los principios de la permacultura han sido marcados por la articulación de éticas básicas. Estas pueden entenderse como pauta para cualquier diseño, sea un jardín, un proyecto relacionado con la agricultura orgánica, la regeneración de terrenos, la construcción de una casa, el diseño de una colonia, el inicio de un negocio, o la interacción con los vecinos y la comunidad.
El conjunto de los principios de diseño se propone como guía y herramienta para pensar, cuando interactuamos con un determinado sistema, proyecto, recurso, desafío, problema o oportunidad.
A veces podemos quedar “atorados” en esta búsqueda de cumplir con los principios de diseño, especialmente al principio, cuando comenzamos a aplicarlos en nuestros proyectos y en la vida cotidiana. Cualquier acción e intervención que realizamos en cualquier sistema, afecta a todo y provoca múltiples efectos a veces inesperados. En caso de quedar confundidos en este proceso, siempre es recomendable, regresar a los principios éticos, y preguntarse honestamente si nuestros diseños cumplen con ellos.
Los tres principios éticos no son necesariamente únicos de la permacultura. Han sido destilados de la investigación de éticas comunitarias, que fueron adoptadas por diversas culturas sostenibles más antiguas. También se encuentran reflejados en la organización de cooperativas, comunidades y ciertos grupos religiosos, en todo el mundo. Integran los componentes ecológicos, económicos y sociales y las podemos definir en estos tres enunciados (“los tres C”):
Cuidado de la tierra
Este componente ecológico tiene como objetivo el uso y manejo cauteloso (cuidadoso) y responsable de las bases naturales de la vida (recursos). Estos se entienden como un regalo de la tierra para todos los seres vivos.
Nuestro planeta es un conjunto de sistemas complejos, interdependientes, en proceso de evolución y fuera de nuestro entendimiento completo(1). Todas las especies, todos los procesos, todos los elementos tienen un valor en sí mismo, más allá de su valor económico/ monetario o “funcional” para el hombre.
Para poder hacer “sostenible” un diseño permacultural, se tienen que integrar con una perspectiva a largo plazo los ciclos naturales de materiales y los flujos energéticos dentro de los sistemas fundamentales que sostienen la vida.
“La gente a menudo asocia el Cuidado de la Tierra con algún tipo de gerencia planetaria, como un reflejo del concepto de la Tierra cono Nave Espacial popularizado inicialmente a fines de los 60s y principios de los 70s (…). Estas ideas han sido poderosas en la forja de un entendimiento de la crisis global ambiental y otras crisis de carácter ético, pero a menudo se quedan en abstracciones separadas de nosotros. Más aún, la Tierra como Nave Espacial hace sugerir el poder y la sabiduría para manejar la tierra”(2).
La imagen de una plantita o árbol joven nos puede servir para visualizar este principio: Con sus raíces en la tierra y las hojas buscando el sol, nos recuerda, que “en su sentido más profundo, el Cuidado de la Tierra puede verse como el cuidado del suelo vivo como fuente de la vida terrestre, de la cual tenemos la mayor responsabilidad.”(3)
En un sentido más práctico, estos conceptos del cuidado y la reconstrucción de la tierra viva han sido desarrollados más al fondo por la agricultura orgánica (4). Sin el respeto, el entendimiento, la valoración y el cuidado del suelo sano y vivo, la vida no puede sostenerse en la tierra.
Con relación a los sistemas humanos, existen muchas evidencias sugiriéndonos que cualquier civilización y cultura, fin de cuentas se fundamenta, desarrolla y sostiene en la riqueza mineral y biológica de sus suelos, así como en la capacidad de la gente para mantener y regenerar su fertilidad (5). A través de la historia humana, nos encontramos con más de una docena de civilizaciones complejas que desaparecieron porque agotaron su base de recursos locales.
En este sentido, y utilizando un lenguaje más “empresarial”, el principio ético del Cuidado de la Tierra significaCrear y Reconstruir Capital Natural, en vez de vivir de los activos como se hace actualmente para sostener nuestra cultura industrial. (Nos referimos al uso excesivo de recursos no renovables, como combustibles fósiles, suelos, minerales, los mantos freáticos, la atmósfera,…, todos creados por procesos geológicos, químicos y biológicos, que tardaron a veces millones de años).
El Cuidado de la Tierra puede ser interpretado como un llamado para dirigir la mirada, atención e interacción a la bioregión, microrregión o el pedazo de tierra, donde estamos parados. De esta forma, este primer enunciado de la permacultura se convierte en un llamado para la “relocalización” de nuestras actividades sociales y económicas. El proverbio “Pensar globalmente, actuar localmente” sintetiza muy bien esta idea. ¡Cuida la tierra allí donde estás!
Cuidado de la Gente
Este componente social toma en cuenta los derechos de toda la gente, de los pueblos y comunidades, a decidir sobre su vida. “Hace de la permacultura una filosofía ambiental humanista, que ubica las necesidades y aspiraciones humanas en el centro de nuestra ocupación porque tenemos el poder y la inteligencia para afectar nuestra situación. “(6)
Aquí se hace evidente la relación entre la libertad y responsabilidad. Para garantizar el derecho de diseñar libremente el uso de los recursos básicos, es necesario llegar a un equilibrio entre las necesidades individuales y comunes. Esto da vida a la demanda ética de la justicia social: Todos los seres humanos deben tener el mismo derecho y acceso a los recursos y conocimientos.
“El Cuidado de la Gente comienza por uno mismo, pero se expande en círculos crecientes para incluir a la familia, el vecindario, y comunidades locales y mayores. En este sentido sigue el patrón de casi todos los sistemas éticos tradicionales . (...) Para tener la capacidad de contribuir con el bien mayor, uno debe estar sano, fuerte y seguro.”(7) Visto desde esta perspectiva, el principio significa: Cuidarse a sí mismo, a los seres queridos y a la comunidad
Es interesante contemplar desde esta perspectiva el principio de las zonas, una de las consignas clásicas de la permacultura, promovida desde sus inicios: La acción permacultural va desde abajo hacia arriba, del centro hacia afuera, respondiendo a las fuerzas y flujos energéticos, culturales y económicos que llegan desde afuera/ arriba hacia nosotros. Son las áreas mas cercanas de nosotros, node mas poder e influencia tenemos para gestionar el cambio.
“A primera vista esto podría parecer una receta para ignorar las grandes disparidades en la riqueza entre países y gente rica y pobre, especialmente cuando se aplica al millardo y tantos de personas de clase media quienes, más numerosos que los ricos, consumen la mayor parte de los recursos del planeta.”(8). Actualmente, la humanidad basa su comodidad (y “progreso”) en el ultraje de la riqueza planetaria, que priva a otras personas (y generaciones futuras) de sus propios recursos locales.
Una vez que se entienden las grandes desigualdades estructurales entre las naciones ricas y pobres, entre las comunidades urbanas y rurales, entre los recursos humanos y los recursos naturales, el énfasis en cubrir nuestras propias necesidades primero, se contempla bajo una luz diferente.
A medida que reducimos nuestra dependencia de la economía global y la remplazamos con economías domésticas y locales, reducimos la demanda que mueve las desigualdades actuales. Por lo tanto “cuidar de uno mismo primero” no es una incitación a la avaricia sino un reto para crecer por medio de la auto-suficiencia y la responsabilidad personal.”, transformándonos de esta forma de consumidores pasivos hacia ciudadanos del mundo responsables y productivos.
Compartir con equidad
Al asegurarnos que todos los productos y excedentes están dirigidos hacia los objetivos anteriores, podemos empezar a construir una cultura verdaderamente sostenible y permanente.
Este componente económico también tiene que integrar la limitada tolerancia y capacidad regenerativa de nuestro planeta tierra. Como enunciado se puede añadir, en estos tiempos mas que nunca:
Este tercer componente ético se enfoca en la realización consciente de la autolimitación y la redistribución justa y equitativa de los excedentes que se han podido lograr juntos.
Se puede utilizar la frase: Celebrar la Abundancia en la Naturaleza y Aceptar sus limitaciones
para enfatizar esta aparente contradicción entre abundancia y límites. Solamente cuando cultivamos la capacidad de limitar nuestra necesidad al consumo insostenible,
podemos ver y crear la abundancia natural….
Los seres humanos tenemos que aprender la práctica de la autolimitación respecto a nuestras necesidades - como especie humana hacia la tierra y sus ecosistemas
(incluyendo plantas y animales), pero también entre nosotros, como individuos y comunidades
Más allá de los discursos corrientes acerca de la justicia social, una cultura que quiere permanecer, no solo buscará distribuir con equidad los recursos y capacidades entre las personas que están viviendo en el presente - tratará de incluir en sus planes y diseños, a las personas que nacerán en el futuro, y quienes están heredando el planeta de nosotros. ¿Qué vamos a compartir con ellos?
Antiguas culturas preindustriales tenían la premisa ética de considerar hasta la séptima generación, una escala de tiempo imposible de comprender para la mayoría de los seres humanos modernos.
Prácticas tradicionales de sustentabilidad
México y Mesoamérica son tierras, donde han surgido civilizaciones complejas a través de los milenios – así también se han desarrollado muchas prácticas tradicionales sustentables, que sirven como ejemplos e inspiraciones en el contexto de la permacultura. Muchas de estos diseños han sido valoradas y reproducidas por activistas y permacultores en todo el mundo.
Elementos prehispánicos como las chinampas – sistema intensivo de producción de alimentos en mini islas artificiales, que sustentó a la civilización azteca en Tenochtitlán – o el tradicional traspatio mexicano con su bosque mixto productivo, se mencionan en muchos de los libros y textos fundamentales. México aportó el maíz, el jitomate, el chocolate, el chile, calabaza, el amaranto, entre muchísimas otras cosas a la canasta de alimentos que sustentan a la humanidad en el tiempo presente.
En México todavía se encuentra vivo el recuerdo de una sociedad basada en la agricultura y en la autosuficiencia, ya que hace todavía 30 años esto era la realidad para la mayoría de los mexicanos. Por esto la permacultura se realiza en México dentro de un contexto social, cultural y económico muy diferente comparado con los países del asi llamado primer mundo, donde se originó el concepto.
Durante los últimos 30 años, la sociedad mexicana ha experimentado una rápida transformación. Pasó de ser un pais donde gran mayoría de sus habitantes vivian de la agricultura de subsistencia a una sociedad urbanizada e industrializada, cuyos mayores ingresos como nación ahora son el petróleo, el turismo y las remesas, que mandan los millones de refugiados económicos mexicanos que viven en el territorio de los Estados Unidos.
Dentro de este panorama de rápido cambio social, cultural, e económico, el concepto de la permacultura se ha ganado durante los últimos años un espacio cada vez más amplio dentro de las alternativas que se discuten en torno a la sustentabilidad.
Podemos ver la llegada de la permacultura como concepto en relación con tres impulsos de conciencia ambiental en la sociedad mexicana en los últimos 25 años.
Los años setenta y ochenta: años pioneros
El trauma del 1968 había despojado al país de una buena parte de sus mentes más creativas, quienes se encontraban presos, en la clandestinidad o en el exilio. Las crisis petroleras de 1973 a 1979 dan impulso al desarrollo intensivo la industria petrolera en México, lo que convierte al país en uno de los más grandes exportadores de energéticos en el mundo. De esta forma se produce un efecto opuesto comparado con la conciencia creciente acerca la problemática ambiental y energética en el mundo afluente durante los años 70.
Recibiendo divisas millonarias por el petróleo, se desarrollan gobiernos fuertes, paternalistas y corruptos, que inhiben o reprimen la mayoría de las expresiones sociales o la organización ciudadana en la sociedad mexicana durante los años 70 y a principios de los años 80. En este contexto, movimientos ecologistas solo se pueden gestionar en nichos y espacios marginados.
Cuando, en 1982, se produce la bancarrota del estado mexicano, dando lugar a varios años de hiperinflación y crisis económica, esto fue también el inicio de la primera ola del ambientalismo mexicano, respondiendo a muchas inquietudes dentro de la sociedad civil relacionado con la sustentabilidad. Esto se expresa por ejemplo en iniciativas como la ecoaldea Huehuecoyotl (fundada en 1982), o el surgimiento de Organismos No Gubernamentales de base en todo el pais.
Don Carlos Caballero impartiendo una clase titulada "El cielo y el suelo orgánico" en su rancho, "El Pardo", Tlaxco. Tlax. , agosto
2000
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En 1985, las reacciones ciudadanas frente terremoto en la Ciudad de México provocan una nueva conciencia acerca de la organización social, poniendo en evidencia la ineficiencia del gobierno y las instituciones para solucionar situaciones límite, y un interés fortalecido en la búsqueda de alternativas. En este tiempo se producen los primeros cursos de permacultura en México.
El “abuelo” de la permacultura, Bill Mollison impartió varios cursos en México en los años ochenta y noventa, principalmente en el norte del país.
Carlos Caballero es probablemente el pionero de la agricultura biodinámica en México. Habiendo aprendido con el Prof. E. Pfeiffer en Estados Unidos durante los años 50, aplico a su regreso a México los conceptos de la biodinámica en su rancho en el estado de Tlaxcala. Desarrolló además a través de cinco décadas una manera singular de regeneración forestal y manejo silvícola, que ha sido finalmente premiada con el "Premio nacional del Merito Forestal", en los años 90ª. Reforestó en su rancho muchas hectáreas de bosque, y su trabajo es continuado y ampliado hoy en día por sus hijos.
La primera persona, quien comenzó de manera regular a enseñar cursos de permacultura en México, fue su hija Alejandra Caballero, apoyada por el diseñador y eco-constructor norteamericano Llanto Evans, a partir de 1986.
Durante los años ochenta y noventa, Alejandra Caballero desarrollo una manera práctica de enseñanza permacultural, compartiendo sus conocimientos principalmente con campesinos en muchos estados de la república. Sus cursos se llamaban “Permacultura Campesina”.
Alejandra Caballero, junto con Skye y Nelson Denman - los tres principales instructores de cursos de permacultura en México durante los
90a
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Adquirió mucha experiencia en el área de las Bioconstrucciones, fusionando técnicas de eco-construcción, que había conocido en sus viajes a otros países, con técnicas tradicionales de la arquitectura vernácula mexicana, para crear una forma de autoconstrucción orgánica, bioclimática, de bajo impacto, con materiales locales y naturales.
En más de 22 años de acción y enseñanza Alejandra ha desarrollado, junto con su familia y su pareja Francisco Gómez, un centro educativo y un proyecto de regeneración ubicado en Tlaxco, Edo de Tlaxcala, y una forma muy inspiradora de enseñar permacultura, eco-construcción y vida sostenible a través de la práctica y el ejemplo propio.
A finales de los años ochenta, la (para algunos) bonanza económica del salinismo promueve el sueño neoliberal primermundista, disminuyendo el interés de la sociedad en la sustentabilidad, y las expresiones alternativas entran a una fase de consolidación.
Consolidación durante los años 90ª
Encuentro "Consejo de Visiones - Guardianes de la Tierra”, en Nanciyaga, Veracruz, Abril 1993
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A mediados de los años 90, la crisis política -económica, el levantamiento zapatista en Chiapas y las cada vez más evidentes urgencias ambientales provocaron nuevamente un interés más notable en torno a la sustentabilidad.
Un importante generador de estas nuevas redes que se comienzan a tejer durante los años noventa son los Encuentros "Consejo de Visiones de Guardianes de la Tierra”, que se realizaron entre 1990 y 1997, con motivo de formar un enlace entre las movimientos biorregionalistas y de permacultura con representantes de las naciones y tradiciones indígenas, artistas, activistas sociales y ecologistas.
El movimiento de los "Consejos de Visiones" culminó con la convocatoria al "Primer Consejo Biorregional de las Américas" en Noviembre del 1996, en el pueblo de Tepoztlán, adonde por primera vez se reunieron un millar de representantes de las redes ecologistas, birregionales e de tradiciones espirituales de todo el continente americano y del mundo.
libro “Desarrollo sustentable – un acercamiento a la permacultura”, recopilado por Alejandra Caballero y Joel Montes
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En este contexto, las ideas y conceptos de la permacultura han experimentado una notable difusión a través de organizaciones e individuos. En 1991 se publica por primera vez el libro “Desarrollo sustentable – un acercamiento a la permacultura”, recopilado por Alejandra Caballero y Joel Montes, presentando experiencias de sustentabilidad campesina inspirados en la idea permacultural. Con sus re-impresiones actualizadas de 1994 y 1997, esta obra es (hasta ahora) el único libro que recoge experiencias hechas en México (y Centroamérica), refiriéndose directamente a la permacultura.
A partir de 1994, el australiano Ing. Keith Burnett comienza a enseñar Cursos de Introducción al a Permacultura en al área de San Miguel de Allende/ Guanajuato. El gran interés provocado por sus talleres motiva la realización de dos cursos de certificado de diseño facilitados por el australiano Skye, en Abril/ Mayo del 1996. A partir de entonces se inicia una red informal de permacultores mexicanos, que se amplía progresivamente en los años siguientes. Entre 1996 y 2000, Skye imparte docenas de cursos introductorios, y cinco cursos de diseño, en diferentes regiones de México, construyendo y ampliando la red permacultural.
Entre 1996 y 1998, Ana Ruiz y Nelson Denman (del extinto Permaculture Drylands Institute) facilitan cursos de introducción y de diseño en el estado de Morelos, donde en 1999 se realiza en una pequeña ceremonia/ fiesta la graduación de la primera generación de activistas y estudiantes de permacultura, presentado sus diseños, proyectos y trabajos.
Curso de diseño de permacultura facilitado por Skye en San Miguel de Allende Gto., Abril 1996
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A partir de 1999, se comienza a promover más ampliamente el concepto de ecoaldeas en México, a partir de la creación de la Red Global de Ecoaldeas en 1995, y la posterior creación de las oficinas regionales de la "Red de Ecoaldeas de las Américas (ENA)", y la "Red de Ecoaldeas de México (REM)". Permacultura se promueve ahora muchas veces en contexto con las ecoaldeas, y forma parte integral en el proceso de su diseño.
Permacultura y Ecohabitat en el nuevo milenio
Con los comienzos del milenio, con la entrada de un nuevo gobierno “de cambio” en México, las iniciativas relacionadas con las soluciones de sustentabilidad y permacultura entran en una nueva fase de consolidación.
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Ceremonia/ fiesta de graducación en reconocimiento a la primera generación de activistas de permacultura formados en México, ecoaldea Huehuecoyotl,
agosto 1999
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La crisis progresiva de las Organizaciones No Gubernamentales provoca un cambio fundamental relacionado con la sustentabilidad económica de las iniciativas de base. Las ONG, que durante los años ochenta y noventa habían sido los pioneros en la promoción de permacultura y ecodesarrollo en México, no pueden ya cumplir con esta tarea y se transforman a iniciativas, empresas, sociedades o desaparecen.
Buscando una forma más independiente para sostenerse, surgen iniciativas como, “Proyecto San Isidro”, en Tlaxcala, “Las Cañadas”, en Veracruz, y TIERRAMOR, en Michoacán enfocadas en un desarrollo “de abajo hacia arriba” y con la intención de enseñar a través del ejemplo.
En los últimos años, la desilusión cada vez más generalizada con los sistemas políticos y económicos en México, combinada con la evidencia científica del cambio climático y el clímax en la producción de petróleo domestico, están provocando un interés renovado en la permacultura y la sustentabilidad en general. Esta tendencia se ha visto alimentado y apoyado por una creciente oferta de cursos, talleres y seminarios relacionadas con la temática, y también por la visita de varios instructores reconocidos al nivel internacional como el suizo-australiano Max Lindegger, pionero de la permacultura (impartió cursos y diplomados de diseño de ecoaldeas en México en 2005 y 2006) o los Cursos de Principios Avanzados de Permacultura” que impartió David Holmgren en Michoacán y Tlaxcala, en verano del 2007.
«Ecohabitat - Experiencias rumbo a la sustentabilidad» , Arnold Ricalde y Laura Kuri (Compiladores) 2006, SEMARNAT, CECADESU, Organi-K,
Mexico D.F.
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En 2006 se publica el Libro “ECOHABITAT”, que recopila una amplia gama de experiencias relacionadas con el ecodesarrollo, bioregionalismo, ecoaldeas, comunidades intencionales y la permacultura en México. Este libro es el reflejo de un renovado interés en sectores más amplios de la sociedad hacia propuestas de desarrollo que abren una perspectiva digna y positiva en tiempos de gran incertidumbre.
Hoy en México existen muchos proyectos y varios centros, que se relacionan con las ecoaldeas y la permacultura. Algunos de ellos están bien conocidos por su vinculación con las redes nacionales e internacionales, otros se enfocan más en la práctica y el desarrollo de sus propios sistemas (bio) regionales.
Hay que incluir en la lista de los proyectos y ejemplos de permacultura a todas las comunidades, familias e individuos, quienes principalmente en las zonas rurales y marginadas del país, practican la permacultura sin ni siquiera conocer la palabra, puesto que en México todavía se puede encontrar culturas y comunidades muy ligadas a la tierra y la autosuficiencia.
Sus conocimientos y experiencias forman parte de la herencia cultural y son un recurso fundamental para el diseño de sistemas permaculturales aptos para un futuro donde tendremos que lidiar con la realidad de vivir y organizar nuestras comunidades con cada vez menos energéticos concentrados.
gegina (domingo, 23 diciembre 2012 19:13)
hola